lunes, 29 de diciembre de 2008
el tiempo solo es una ilusión irremediable y convencional que a veces hace sus trucos para hacernos padecer las agonías de un transcurrir lento y también puede ser el detonante en la efervescencia de los días. aquello que se escurre rapidamente. todo eso que al voltear la mirada te transporta al estadío absurdo de melancolía innecesaria para estas fechas.
el año termina.
aún no has podido revisar con detenimiento pero casi te aseguras que no más de diez veces regresaste a escribir en este espacio durante los pasados meses. te preocupa un poco la idea de la incapacidad que tienes para concentrarte al momento de escribir lo que quieres escribir y el cinismo con el cual puedes encarar la falta de disciplina o de "constancia" para elaborar textualmente tus ideas. tus quejas, tus deseos, tus evocaciones. todas tus ocurrencias.
estos han sido doce meses difíciles. el único pilastro central y posible sostén que evitó un derrumbe inexorable de tu persona fue, visto retrospectivamente como un todo, la serie de decisiones y cambios que estás seguro en un futuro te costarán mucho más de lo que hoy percibes estarías dispuesto a pagar, pero de lo cuál tampoco te arrepenties. al menos eso crees por lo pronto.
trabajaste, gastaste, invertiste en dos cámaras, perdiste una al dejar tu trabajo; tuviste dos accidentes en menos de dos semanas y todo el tiempo sabías que estabas más triste que en nignún otro año en tu vida por que jamás te habías sentido tan desesperado, tan solitario, tan ensimismado, tan imprudente y cobarde. para evitarlo sólo te acercaste a tres refugios: la comida, la bebida y la fotografía.
repites "ya casi se termina, ya casi..." y tienes la sólida idea de que no puedes acabar con una imagen teñida en marron oscuro acerca de lo que todo ha significado para tí. sientes la urgencia de escapar pero al mismo tiempo consideras que la poca experiencia que has sabido demostrar con el paso de los años solo te pueden conducir a proponerte que las decisiones ejecutivas en tu vida dependen en su mayoría de tí y de nadie más. que la etapa post adolescente en serio ya se terminó. que los sueños inoportunos, las brisas de fantasía en portugal, los viajes fallidos al centro del país o las caricias ausentes son solo una maraña de obstáculos que alimentan tu ineptitud al tratar de reconocer a la persona que vez diariamente en el espejo y que has descuidado, dejándola ser fea, obtusa, enfermiza, nerviosa, fetichista, decidiosa y mordaz. nada ha sido como lo planeado por que decidiste que ese fuera el tipo de orientación para tí. por tanto, no hay expectativas, no hay un plan o una agenda. por tanto, no debería existir nada por lo cual quejarte o temerle.
pero aún así, el año termina, y las esperanzas y los temblores y las pequeñas sacudidas y los pequeños gestos y los absurdos arranques que te rodean o que provienen de ti, todos ellos integran el amuleto. decides entonces, que asi, justo como has mandado al carajo esa brújula imaginaria y justo como decidiste quemar el mapa con las leyendas claves para el mejor de los sentidos, de esa manera recibirás el año que viene. por que a pesar de todo y apesar de ti, has aprendido a gozar el estar vivo.
doces uvas y un deseo por encima de todo: amor. mucho amor.
viernes, 3 de octubre de 2008
"Nosotros, Ellos."
...y éstos somos nosotros: los que confiamos, los que vivimos juntos, los que caminamos rutas similares, los que hacemos llamadas constantes unos a otros, los que nos regañamos y adoramos, los que nos besamos y deseamos. Todos estos, con los que vivimos día a día, con los que tomamos el desayuno por la mañana, los que contamos el terror o la alegría en una tarde o los que simplemente vemos a otros pasar por la calle en una noche húmeda para ponernos a pensar mil cosas.
Sin temores.
-Julio Torres, 2008.
*ese es el statement que presenta el proyecto de retratos que recien conclui y del cual estoy muy satisfecho, confiado y del que espero varias cosas. ha sido un recorrido muy enriquecedor, con sus parajes oscuros y otros luminosos. por pirmera vez me di a la tarea de solo trabajar con una idea general, sin intelectualizar nada, sin escribir o panfletear, sin nada rimbombante de por medio. ahi estoy yo, tal cual. con un chingo de miedos y con huevos al mismo tiempo. con todos mis desos, fetiches, fijaciones y cariños proyectados en mis sujetos. ese soy yo. he dicho.
siguiente nivel...
http://flickr.com/juliotorres
lunes, 14 de julio de 2008
solo he prometido una cosa: querer y defenderme a mi mismo, tanto como lo he hecho con los demás.
gracias a todos los que estuvieron junto a mi esa semana de celebración. buen motivo para festejar: seguir viviendo esta locura de vida.
miércoles, 25 de junio de 2008
Now I know, what im thinking what Im feeling
What I want my life to be
Now I wanna know how I like to make things easier
For everyone including me
simple y fresco. genuino y en un proceso muy similar de maduración al de muchos como nosotros, los que tomamos deciciones sin saber realmente si hacemos algo bien o mal.
domingo, 1 de junio de 2008
sí es cierto, a veces las cosas caen del cielo, o llegan sin avisar; ya creo en eso de nuevo.
creo en volver a explotar por media calle trepado en el auto. creo en el poder de las palabras y en lo malo que es guardarte la inseguridad detrás de todas esas cosas que dejas asomar para proveerle al mundo una parte de ti.
estoy dispuesto a continuar con el reto. hace una semana tomé una decisión importante y el día de hoy, apesar de difícil, comprobé por qué lo hice. así es esto. a veces necesitamos los jalones de cuello, otras veces atender con cierta paciencia. es como planchar una camisa. a mi me gusta hacerlo con delicadeza, ver como se desdoblan, se pierden o se esfuman esos pliegues.
la escuela puede esperar. desde hoy voy entretejiendo muchas cosas que no comprendia antes, que habia dejado hechas bola por decidia y desconfianza. consignas: aprender a escuchar, aprender a escucharme. dejarle claro a la gente que no necesito seguir los juegos en que otros han participado para obtener algunas cosas que deseo, ni dar más explicaciones si no tengo ganas de hacerlo... no me hagan perder mi tiempo ni el goce de poder invertirlo en mi propia persona y mi autoreconocimiento.
(espero una llamada -por cierto, mi celular está prendido todo el tiempo, por si acaso. a veces no estoy en casa, pero estoy, como si permaneciera en todos lados. o como si me quedara solo riéndome de mi mismo.)
p.d. en tono de galleta de la suerte: mantén a tus verdaderas amistades cerca y mantente cerca del hogar.
jueves, 3 de abril de 2008
el paso del día
deberle explicaciones a los demás. permanecer atado a mi mismo.
soy el único que se queda al final de la fila, por que mi madre debe estar como una sombra enseñandome que no debo ser tan tonto y perder las oportunidades, que no he aprendido nada en todo este tiempo.
lujo y miseria.
estoy en el confort del clasemediero. en el berrinche de la noche. en la insoportable audiencia para los conformistas. ¿qué tan terrible es no tener metas, misiones y visiones en ésta vida? imagino un pasillo: la entrada de una tienda departamental. los mejores productos y las mejores ofertas; todos corren a alcanzar un objeto con descuentos maravillosos, y por algun motivo, estoy distraído. corro hasta llegar ahí, me acerco cuanto puedo. trato de no pisar a nadie, de no molestar a nadie, y por dentro quisera triturar a todos los que me obstruyen el paso...
así es esto.
al final del dia, sigo solo. como desde hace 2 años. esperando. esperando. no hay leitmotifs, ni alicientes, nada sobre la mesa. o de plano estoy muy ciego. de plano estoy atascado.
esperando. esperando. lo mio no es actuar. no esperen nada de mi.
(el fracaso es una opción...)
miércoles, 12 de marzo de 2008
insegur
cuando la gente que conoces y que no es una desconocida para ti -o sea cuando alguien no tiene apenas medio año de conocerte-, no logra entender que eres mucho más dificil de lo que piensa, más impredecible y voluble: "tomáte un trago". cuando no reconocen que estás diciendo la verdad al decir que no pasa nada y que sólo estás concentrado: "tómate otro trago".
lo peor está por venir
domingo, 2 de marzo de 2008
Román
Las calles en esta ciudad son bellas. Particularmente y a determinadas horas del día, sobretodo por la noche. Ese es el momento en que parecen vacías y desprenden una ligera cualidad de desolación. Por el fraccionamiento en que vivo, hombres y mujeres transitan despreocupada y aleatoriamente, no hay gran afluencia de paseantes, la mayoría de las personas manejamos de un lado a otro en nuestros autos. Dirigirnos a realizar cualquier actividad en ellos, dicen, es debido a una costumbre en contra del calor.
Con la excepción de esas tempranas horas en que inicia el recorrido de la jornada laboral, entre las 4 y las 5 de la mañana, cuando se pueden apreciar adultos jóvenes y mayores que esperan pacientemente por algún taxi que los lleve desde el punto de la calle principal hasta el antiguo centro de la ciudad, que es donde se ubica el cruce fronterizo, la garita internacional.
Sus miradas nunca me han resultado tan decididas. A veces pienso que es una encomienda que deben realizar debido a responsabilidades adquiridas sin una verdadera convicción. Pero es más que evidente que cualquier trabajador en los campos de cultivo de la zona más cercana del valle estadounidense lo hace (como uno de sus principales motivos) para poder sostener con alimento, educación y servicios básicos a un par de boquitas hambrientas. Siempre me he preguntado, en cada ocasión que manejo por dicho rumbo ¿Cuál es la historia de vida de todos esos señores? Debo admitir que lo hago la mayoría de las veces como un acto espontáneo, casi como una costumbre meramente inconsciente que me puede provocar ternura y terror al mismo tiempo. Todos ellos portando sus chamarras de mezclilla desgastada, sus chamarras negras con el logotipo nike en la espalda, sus jeans raidos por los años. Camisetas de franela, gorras sucias, ropa limpia vieja, ropa en mochilas, una bolsa con comida, un cigarrillo barato. Regularmente me resultan atractivos. Los que son muy mayores no tanto, los que se ven muy mugrosos tampoco. Hay un cierto tipo que es mucho más provocador: estatura media entre 1. 70 m y 1. 75, espalda ancha, una panza prominente, barba de 3 días sin afeitar, bigote, mirada oscura, casi perdida en algún pensamiento trivial, o en algún momento significativo del pasado que ya se ha perdido. La mirada congelada del anhelo versus la condición de ser hombre y sus deberes. Su condición de abastecedor, de pragmático, de troublemaker, de cínico y distante. Siempre pienso eso. Los estereotipos. Los clasifico como cualquiera clasifica por ordenamiento social a cualquier cosa dentro de ciertos parámetros. Momentos en donde circunscribimos los ideales, las fantasías, los objetos de deseos oscuros, fijaciones que solo brotan por las noches.
Lo he detenido. Una sonrisa basta para iniciar todo un ritual. En el reino animal, los mamíferos tienen momentos cruciales dentro del cortejo, en donde depende del más mínimo detalle y correcto movimiento, del paso más preciso para conseguir la atracción (dominación) sexual sobre el otro. Qué tan observadores debemos ser para conseguir lo que queremos. Nos volvemos personas hipócritas, maquiavélicas, perversas. Lo sabemos de antemano. Sabemos que va suceder, sabemos cómo, anticipamos los primeros enunciados a salir de la boca del otro. Pero nunca dejamos de lado el factor sorpresa. A los que nos mantienen con vida los actos espontáneos, lo fortuito y lo impredecible, un encuentro casual es el platillo perfecto.
Un saludo. Cuando las miradas se cruzan puede ser devastador. Puede ser como una colisión. Como un par de bisontes luchando, o algo similar al momento en que un espectador observa detenidamente y se enamora de una fotografía de Mapplethorpe. La revelación. Una erección inmediata. Visualizamos que nada será igual a partir de ese instante. De ahí en adelante el corazón se acelera y la respiración impide que alguien articule bien una palabra, sobre todo el que maneja. Sobretodo yo. Se me escapan tres: ¿Quieres un ride? “Si responde que sí, asegúrate que no se vea sospechoso, podría matarte” pienso para mí, con toda la seguridad que podría tener un insecto que intenta pasar por el nido de una tarántula sedienta.
Está encima de mí. Recuerdo haberle observado las manos al momento de subirse al auto. Olía bien. Nada remarcable, no era un olor inusual, solo puedo asegurar que no era algo desagradable. Me da nauseas cuando huele a sudor penetrante, de mucha actividad física mezclada con mala comida y alcohol. Existen personas con humores muy fuertes. Alguien sin haberse bañado en todo un día es perdonable solo si el deseo que inspira es proporcional al hedor. Además, para eso existen las regaderas de los moteles. Como éste en el que nos encontramos. Esas manos me toman los brazos y luego las piernas. Intenta penetrarme. Viene a mi mente un cuadro de Francis Bacon e inmediatamente me pregunto si tal snobismo es equivalente al tamaño del pene que estoy tocando.
Me pregunta si quiero que me la meta y le digo que no, que si gusta, sólo por encimita, por que no me siento con ánimos. Decide entonces levantarse, toma un condón que está en el tocador antiguo a un costado de la cama y justo cuando pienso que turnaremos posiciones o que por lo menos intentaremos alguna otra actividad propia de un motel de paso, ya tiene puesto el látex y me voltea con tal fuerza que de un solo movimiento estoy boca abajo, con la frente golpeando la pared y el culo al aire, apunto de ver su suerte. Me impongo que efectivamente tenía un mal olor, que únicamente se lo perdoné por que era demasiado atractivo, demasiado todo ese conjunto de cosas que pueden volverme loco. Pero solo me estoy mintiendo. Me doy un pretexto. Al final, ninguna de esas cosas importa. No puedo resistirme al sometimiento que me está infligiendo. Inicia de manera tan brusca, tan feroz como un león sobre su leona, pero conforme va cediendo, lo áspero en sus dedos al recorrer mi espalda produce espasmos sobre todo mi cuerpo. Apenas han pasado escasos 2 minutos y vuelvo del trance, me reincorporo y logro sacarlo de mí. Lo golpeo. No tan fuerte como hubiera querido. Me dice algo como “ahora resulta que te vas a quejar, si tú lo pediste”.
“Un perfecto imbécil”, pienso. Llevo dos marcas en el brazo derecho. Aun así respiro hondo y me aseguro que nada haya sido robado. Que el número telefónico que me dio en un trozo de papel manchado no se pierda con el viento, o que importa, total. Estamos satisfechos. Aparentemente. le digo que me la he pasado muy bien, que yo solamente queria llevarlo hasta donde tenía que ir, pero lo que son las cosas. Nada más me sonrie y me comenta que nunca había hecho eso en toda su vida, y que por favor lo disculpara. Estoy casi seguro que ninguno de los dos llegamos al clímax esperado, pero sabemos fingir. Una derrota más. El amor no se gana en un cuarto de 200 pesos. Perdió su jornada, y desconozco si regresará a casa tan pronto lo deje en el lugar donde lo conocí.
Cada quien obtiene lo que se esfuerza en buscar. Nada.
Y sigo pensando en
jueves, 21 de febrero de 2008
quotation
“My mother recently told me this story: when I was a child, she would lock me in my room to play and then watch me through the adjoining heat vents which were located in the wall between the two rooms. This voyeurism, a sort of motherhood-at-a-distance, seems to have influenced my own relationship to the world. I often find myself sitting in a room by myself, “my” room, and looking back out that big heating vent into the outer word, the world where adults live and decisions are made.”
-De “Negative thoughts” por AA Bronson.
“Aquella era la teoría de Peter sobre la expresión personal, sobre la paradoja de ser un artista profesional. El hecho de que nos pasamos la vida intentando expresarnos bien pero no tenemos nada que decir. Queremos que la creatividad sea un sistema de causa y efecto. Resultados. Producto vendible. Queremos que la dedicación y la disciplina equivalgan al reconocimiento y la recompensa. Entramos en la rutina de la facultad bellas artes, de nuestro programa de posgrado, y practicamos, practicamos, practicamos. No tenemos nada que documentar con nuestras excelentes habilidades. De acuerdo con Peter, nada nos cabrea más que el hecho de que un drogadicto, un vago total o un pervertido baboso creen una obra maestra. Como si fuera un accidente.
Algún idiota que no tiene miedo de decir qué es lo que ama.”
De “Diario. Una novela” por Chuck Palahniuk.
bastante de ambas cosas es lo que he sentido estos días...
domingo, 27 de enero de 2008
sigo contando los dias, pero pacientemente.
las ideas están flotando.
las imágenes.
me gusta sentirme expandiendo... borrando, ampliando, dejando entrar.
tres cosas que todos deberían ver:
1.- las fotografias de Davin Youngs
2.- En un año con trece lunas de R. W. Fassbinder
3.- las calles mojadas de lluvia