ya casi te me vas

y casi literalmente.

en lo absoluto del tiempo y espacio, donde ya no podemos estirarnos más, cuando la contundencia de la separación fisica es tan inexorable y tan potente como para volvernos estaticos, justo ahí, en ese punto, inicia la grieta que me va mover a otro lado.

estoy esperando lo mejor. estoy tratando de entender que dispongo de una capacidad para ordenar y enlazar las cosas de tal manera que todo salga como quiero, pero la inmediatez con que se presentan las cosas, el descontrol y la distracción, me obligan a caminar despacio. "no puedo con todo. no soy capaz. no quiero."

necesito un matamoscas para espantar esas malas costumbres. voy pendiendo de hilos y eso no es agradable. pero mi naturaleza dictamina en mi cerebro que lo fortuito llena con muchos colores los espacios en blanco y esa sensación me resulta tan fascinante. no tener el control, el encuentro repentino y brusco, esos vuelcos como de adolescente, aún siguen siendo un ancla donde mis barcos descansan muchas veces.

ya me voy desenamorando. de muchas cosas. de varias personas. de una en especial.
quiero continuar mi creencia acerca de la capacidad de la gente para responder a mis niveles de afecto, pero ahora más que nunca me doy cuenta del absurdo de esa ideosincracia. voy cagando donde no debo. a ensayo y error las cosas nomás no, ya no. en ese terreno tan movedizo la inseguridad termina por hundir. pero cómo hacerse trucos uno mismo?

entonces, no queda de otra que dejar las cosas en su lugar, seguir esperando; a lo mejor solamente es bad timming.

igual que siempre.

*mientras me enamoro de mis amigos, de mi familia, de mucha música, imágenes y un entorno sencillo, donde ya no creo que solamente las cosas increibles y complejas pueden sorpenderme, por el contrario...