todo me ha rebasado. nunca me caractericé por ser alguien con demasiadas ganas, empeño y optimismo. nunca he sido tan dedicado. eso sí, si en algo soy un profesional, es en procastinar todo. es en dejar cosas a medias. es en quedarme con ganas de más. en no aspirar a algo, a lo que sea. en solo envidiar desde la comodidad de mi asiento. en ver como pasan las horas y de una forma predeterminada, sugestionarme por que el mundo allá afuera me ha enseñado, con mucho más cinismo que antes, que ya no hay futuro. cada día le pierdo más confianza a la gente. me fastidia tener que perseguir un ideal, un estilo de vida, una manera de hacer las cosas y de no estresarme, de no ser esto y de no hacer lo otro.
deberle explicaciones a los demás. permanecer atado a mi mismo.
soy el único que se queda al final de la fila, por que mi madre debe estar como una sombra enseñandome que no debo ser tan tonto y perder las oportunidades, que no he aprendido nada en todo este tiempo.
lujo y miseria.
estoy en el confort del clasemediero. en el berrinche de la noche. en la insoportable audiencia para los conformistas. ¿qué tan terrible es no tener metas, misiones y visiones en ésta vida? imagino un pasillo: la entrada de una tienda departamental. los mejores productos y las mejores ofertas; todos corren a alcanzar un objeto con descuentos maravillosos, y por algun motivo, estoy distraído. corro hasta llegar ahí, me acerco cuanto puedo. trato de no pisar a nadie, de no molestar a nadie, y por dentro quisera triturar a todos los que me obstruyen el paso...
así es esto.
al final del dia, sigo solo. como desde hace 2 años. esperando. esperando. no hay leitmotifs, ni alicientes, nada sobre la mesa. o de plano estoy muy ciego. de plano estoy atascado.
esperando. esperando. lo mio no es actuar. no esperen nada de mi.
(el fracaso es una opción...)
jueves, 3 de abril de 2008
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